Escritor, filósofo, historiador, poeta, historiador del arte, catedrático y críticos del arte.
Nació en Manresa (Cataluña) en 1909. Hijo de Francisco Díaz y Pepita Plaja y hermano de Mercedes, Pilar y Fernando Díaz-Plaja, también escritor. Poco después de su nacimiento, se trasladó a Barcelona, donde pasó su infancia cerca del mar. En esa época, solía frecuentar la chocolatería de la calle Petritxol. En su adolescencia, se trasladó a vivir a Girona, donde se maravilló de los barrios antiguos de la ciudad y pasaba sus días enfocado en la lectura.
En 1924 se establece en Barcelona para estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Barcelona. En esa época, frecuentaba el Ateneo Barcelonés con sus compañeros de estudio para participar en las tertulias que allí se realizaban, así como visitar la biblioteca, en la cual permanecía hasta altas horas de la madrugada.
Tras terminar sus estudios, obtuvo una cátedra en esta misma universidad. Allí tuvo la idea de llevar el cine a la Universidad (1932), contando con el apoyo del entonces decano, Pedro Bosch Gimpera, y por los catedráticos de Literatura, Ángel Valbuena, y de Teoría del Arte, Ángel de Apraiz. El cursillo del cine fue un éxito, quedando las plazas cubiertas enseguida. Dicho curso empezó el 27 de febrero de 1932 con un discurso Posición del cine en la teoría del arte por el profesor Apraiz. Realizó un ciclo de lecciones con el título de Estética del cinema entre el 6 y el 9 de abril de ese mismo año.
En el año 1935 realizó un curso sobre literatura romántica denominado Introducción al Estudio del Romanticismo Español, por el que ganó el Premio Nacional de Literatura. Asimismo, obtuvo una cátedra del Instituto Jaime Balmes.
Durante el inicio de la Guerra Civil, se encontraba en Canet de Mar (Barcelona) junto a su mujer embarazada, sus padres y sus hermanos.
En 1943 fue nombrado Académico Correspondiente en Cataluña por la Real Academia Española y en 1967 fue nombrado miembro de Número de la misma.
Colaboró como crítico literario en el periódico ABC, tratando de que sus críticas fuesen una guía de lectura. Asimismo, dentro de este ámbito, publicó obras como Soliloquio y coloquio (1968), en la que trata el límite genérico de las obras. También colaboró en otros medios, como Revista de Occidente.
Sin embargo, su labor más destacada fue la de ensayista. Para él, el ensayo tiene una función educación tratando temas intelectuales. Dentro de estas obras, podemos destacar Estructura y sentido del Novecentismo (1975), en la cual trata la diversidad cultural española.
También fue director del Instituto del Teatro de Diputación Provincial de Barcelona, al frente del cual estuvo treinta años. Además, logró que esta institución tuviera la calificación de Escuela Superior de Arte Dramático y que estuviera separada del Conservatorio de Música de Madrid.
En 1978 publicó sus memorias bajo el título Retrato de un director.
Debido a su extraordinaria carrera, fue nombrado catedrático de honor de la Universidad de San Marcos de Lima (1963) y director del Instituto Nacional de Libro (1966-1970). Asimismo, ganó el premio Ciudad de Barcelona de Ensayo con la obra Viaje a la Atlántica y regreso a Ítaca en 1962. Falleció en Barcelona en 1984.