Dentro de un contexto de renovación musical, tras el inmovilismo de la posguerra, surge el Aula de Música del Ateneo de Madrid en 1958, de la mano de Fernando Ruiz Coca. Este aula formó parte de la renovación musical de la época. Dentro de ella, se aunaron tendencias artísticas de toda índole desde conservadoras hasta novedosas.
Los objetivos que tuvo el Aula a lo largo del tiempo, se enfocaron en la conexión entre la música, el pensamiento y las artes actuales. El Ateneo se presentó como el lugar ideal para este propósito. Tuvo mucha importancia el estudio y cultivo tanto de temas como de músicas de interés, aunque no fueran comerciales. El impacto del Aula se vio reflejada en el crecimiento de la música a nivel nacional.
Se prestó atención a todos los movimientos nuevos, tanto en el aspecto estético como técnico, para analizarlos y debatirlos en seminarios y conferencias. Además, la programación de los conciertos se orientó hacia estos temas, asegurándose de que todas sus actividades tuvieran un propósito o una intencionalidad detrás. El propósito de esta tarea era encontrar un punto de unión entre la creación artística pura y el pensamiento filosófico y estético que la acompañaba, para que la música no fuera vista solo como una expresión técnica, sino también como una reflexión más profunda conectada con la cultura y el pensamiento de la época.
El Seminario era una etapa previa a todas las actividades en el Aula. Antes de presentar un ciclo de conferencias, los conferenciantes se reunían para estudiar la partitura que iban a comentar. Este es un momento clave, ya que incluso los propios compositores se vieron sorprendidos por las interpretaciones y sugerencias sobre sus obras, que en muchos casos llegaron a Madrid de manera casual o por medio de un viaje. Después, las obras analizadas se comentaban en público, en sesiones que aún eran minoritarias, celebradas a las cinco y media de la tarde los jueves. Luego, a las siete y cuarto, se realizaba el concierto en el Salón de Actos, en un horario más accesible para el público. A veces, estos eventos incluían conferencias-conciertos con un enfoque de alta divulgación. Muchos de los trabajos realizados fueron publicados en la revista La Estafeta Literaria y en el suplemento dominical del Nuevo Diario, ya que los Cuadernos del Aula de Música no pudieron ser publicados de manera independiente.
Los ciclos y temas tratados en el Aula versan entorno a la música y la Universidad, el 98 musical, la problemática de la enseñanza musical, la música en el cine, la música en la India, etc.
De la misma manera que se existen gran variedad de ciclos de estudio, también acudieron al Aula gran variedad de conferenciantes, la mayoría compositores. Cabe destacar a personalidades como José Eugenio de Baviera, Stockhausen o Ligeti.
Cabe destacar también algunas obras que fueron compuestas como dedicatoria al Aula, como es la Obertura para un Aula de Música de Victorino Echevarría.