Violinista, musicólogo, diplomático y crítico literario español.
Nació en 1877 en Granada. Hijo de Guillermo Casares y Dolores Sánchez, siendo el segundo hijo de cinco hermanos. Sus padres alentaron su temprana formación musical, lo que le permitió ofreció su primer concierto de violín en público a los nueve años en el Teatro Principal de Granada, donde fue reconocido como un niño prodigio. En 1892, con el objetivo de potenciar sus habilidades, la familia se trasladó a Madrid, donde continuó su educación tanto en el ámbito musical como en otras disciplinas humanísticas.
Compaginó sus estudios de Música, con sus estudios de Derecho y una gran formación en idiomas. En el ámbito musical, se formó bajo la tutela de Jesús Monasterio y José del Hierro, obteniendo el Primer Premio de Violín del Conservatorio de Madrid.
Con tan solo dieciocho años, formó parte de la Orquesta del Teatro Real, con la que participó en obras como el estreno de El buque fantasma de Wagner. No obstante, con el tiempo, su interés por los idiomas y la diplomática cobró mayor relevancia, lo que le llevó a abandonar su carrera musical como profesión principal.
En 1896, ingresó en el Ministerio de Estado tras superar las oposiciones, lo que le permitió iniciar su trayectoria diplomática. Estudió en la Escuela Superior de Lenguas Orientales en París, donde aprendió japonés, y posteriormente residió en Japón durante dos años para completar su formación. A su regreso a España, tras aprobar nuevas oposiciones, ingresó en el Departamento de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Estado, donde ascendió en 1915 a Jefe de Interpretación de Lenguas, cargo que desempeñó hasta su jubilación en 1947.
Durante las primera décadas del siglo XX, su prestigio como intelectual se consolidó a través del ámbito de la crítica literaria. En 1916, publicó Crítica profana y en 1919, dio a conocer Crítica efímera. Su labor como crítico le permitió colaborar con distintos periódicos de gran tirada, como ABC, La Nación y La Acción, donde reflexionaba sobre la evolución del idioma español y sus incorreciones más comunes.
En 1919, ingresó en la Real Academia Española, y se convirtió en una de las figuras clave de la institución. Fue secretario desde 1936 y secretario perpetuo desde 1939, además de desempeñar un papel fundamental en la lexicografía española, coordinando el Diccionario histórico de la lengua española. Su mayor contribución en este ámbito fue la publicación del Diccionario ideológico de la lengua española en 1942.
A nivel internacional, desde 1921 representó a España en la Sociedad de Naciones, participando activamente en los departamentos de Interpretación de Lenguas y Relaciones Culturales.
Tuvo cinco hijos, Julio, María Luisa, Cristian, Pelayo y Lorenzo.
Falleció en 1964 en Madrid.