- Persona
- 1910 - 2006
Crítica musical española. Nació en 1910 y falleció en 2006 en Madrid.
Crítica musical española. Nació en 1910 y falleció en 2006 en Madrid.
Pianista y pedagogo español. Nació en 1934 en Gáldar (Gran Canaria, Canarias). Comenzó su formación de piano con su madre, que falleció cuando era pequeño, por lo que siguió su formación con Amor Molina y Luis Prieto. En 1949, se presentó en el concierto de la Sociedad Filarmónica en el Teatro Pérez Galdós. En 1950 ingresó en el Real Conservatorio de Madrid.
Es considerado como uno de los grandes pianistas de su época, destacando la distinción que le otorgó la Academia Ravel como uno de los tres mejores pianistas de la época.
También ejerció como docente en el Conservatorio de Guadalajara y en el Real Conservatorio de Madrid y de Pamplona.
Se le nombró hijo Predilecto de Gáldar desde el 2 de enero de 1988 y académico de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel.
Falleció en 2007 en Las Palmas de Gran Canaria.
Compositor, catedrático y ensayista musical español. Nació el 5 de agosto de 1886 en Alicante (España). Hijo de Trino Esplá Visconti y de Francisca Triay Quereda. Era primo del político Carlos Esplá Rizo. Contrajo matrimonio con María Victoria Irizar Góngora, el 18 de julio de 1929. Tuvo tres hijos, Amparo, María Luisa y Gabriel Esplá Irizar.
Comenzó su formación musical con Fernando Lloret. Estudió piano y armonía con Juan Latorre, al mismo tiempo que realizaba sus estudios de bachillerato en el Instituto de Alicante. Se trasladó a Barcelona e ingresó en la Escuela de Ingenieros Industriales en 1903. Un año después, interrumpió estos estudios y cursó los de Filosofía y Letras; mientras, tomaba clases de armonía con Sánchez Gavagnac. Finalizados éstos, se graduó como ingeniero.
Compuso Suite en La bemol (1910), y obtuvo el primer premio del Concurso Internacional convocado por la National Gesellschaft die Musik de Viena; se encontraban en el jurado Camille Saint-Saëns y Richard Strauss. Desde 1911 se dedicó por entero a la música. Se trasladó a Viena y estrenó El sueño de Eros¨, poema sinfónico inspirado en un texto de Gabriel Miró; en 1912 fue interpretado por la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de Enrique Fernández Arbós en el Teatro Real. Influenciado por Saint-Saëns, modificó la estructura de la Suite en La bemol, y la reestrenó con el título de Poema de niños. Compuso Sonata para violín y piano en 1915. Serge Diaghilev, director de los Ballets Russes, le encargó el ballet Los cíclopes de Ifach en 1918; Fernández Arbós estrenó una versión para concierto de esta obra años después. Compuso Don Quijote velando las armas (1924) para la Orquesta Bética de Cámara; y en 1926 realizó la versión sinfónica.
En esa década también estrenó Nochebuena del diablo (1924) y reconstruyó alguna parte del Misteri de Elche. La bailarina y coreógrafa Antonia Mercé, "La Argentina", presentó en París, en 1928, su ballet El contrabandista. Ese año fue premiado por la Columbia Records de Nueva York por Suite schubertiana. Durante esta etapa, de gran producción, escribió piezas como Canciones playeras (1929) sobre poemas de Rafael Alberti; o las suites para piano La Sierra y Cantos de antaño (1930). Les siguieron Sinfonía coral (1942); Sonata del Sur (1943); Sonata española (1949), obra conmemorativa del Primer Centenario de la muerte de Chopin, cuyo estreno español corrió a cargo de la pianista Pilar Bayona; Sinfonía Aitana (1964); y Cantata sobre los Derechos Humanos (1969) sobre texto de Gerardo Diego. De su catálogo, es necesario destacar también otras obras para la escena como sus óperas La bella durmiente (1909), La Balteria (1935) y El pirata cautivo (1974). Publicó numerosos ensayos, como El arte y la musicalidad (1912), o Función musical y música contemporánea (1955).
Catedrático del Conservatorio Nacional de Música y Declamación de Madrid desde 1930, fue nombrado director en 1936; actividad que compaginó con la presidencia de la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos. Por su ideología republicana, Óscar Esplá se marchó ese mismo año con su familia a Bélgica y no volvió a España hasta 1951. Su regreso se produjo gracias a la mediación de su amigo Germán Bernácer Tormo. En 1955 ingresó como académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Falleció el 6 de enero de 1976 en Madrid (España).
Esteban Suárez, Jacinto (1943-)
Dramaturgo, poeta, profesor y actor español. Nació en 1943 en Madrid. En 1957 ingresó como actor en el Teatro de la Zarzuela y en el Teatro Español con la Compañía Amadeo Vives bajo la dirección José Tamayo y Lola Rodríguez de Aragón. Formó parte también de los Teatros de Cámara y Ensayo bajo la dirección de Modesto Higueras y Eurquerio Olmo.
En 1961 ingresó en la Escuela de Arte Dramático de Madrid donde recibió clases junto a Manuel Dicenta y participó como actor modelo en Escuela TV. Arte Dramático. Entró en el reparto en el Teatro Bellas Artes de Madrid y representó El Cardenal de España en 1962. En 1963 se fue al Eslava con Anatol y Yerma.
Se trasladó a Barcelona en 1965, donde protagonizó la serie de Televisión Española Nuestro amigo el libro dirigida por Eloy de la Iglesia. En 1968 se trasladó a Málaga donde regenta El Corral y allí funda los grupos Teatro Ensayo Popular (T.E.P.) y Carrito de Tespis.
En la década de 1970 trabajó como director e intérprete en obras como Picasso Málaga 71 y El agua en las manos. En 1979 estrenó su obra Tres y una cuatro en Melilla, Málaga y Valencia.
Durante los años 80´, 90´ y 2000 continuó trabajando en varias compañías y obras, como el Teatro Alameda de Málaga (1985), así como en medios de comunicación.
En 1990 se licenció en Artes Escénicas y realizando el CAP en la Universidad de Málaga.
En 2001 fundó la Compañía de Artes Escénicas Mayores de Málaga (CAEMM) y volvió a incorporar En el Café de Chinitas en el Teatro Alameda. Entre 2002 y 2003 dirige el taller de teatro de la Compañía de Artes Escénicas Mayores de Málaga y en 2004 inauguró la Escuela Municipal de Flamenco, Dramaturgia y Folclore.
Compositor, director de orquesta y profesor español. Nació en 1730 en Barcelona. Hijo de Pablo Esteve y Josefa Grimau. Es posible que se formase musicalmente en torno a la catedral de Barcelona, y más concretamente con el maestro de capilla Josep Pujol.
Llegó a Madrid aproximadamente en 1760, al año siguiente estrenó con éxito la tonadilla a dúo El pozo y, poco después, La zagala. Además de componer para los teatros madrileños de la Cruz y del Príncipe, hacia 1765 entró al servicio de Pedro Zoilo Téllez Girón y Guzmán, VIII duque de Osuna, de quien fue "maestro de capilla y de la casa". A este aristócrata dedicó gran parte de su producción durante esos años, como la zarzuela en dos actos Los jardineros de Aranjuez. Esta obra se estrenó en Madrid, en el Teatro del Príncipe, el 25 de diciembre de 1768, por la compañía de María Hidalgo; fue bien recibida por el público y se repuso entre 1773 y 1782, alguna de estas representaciones tuvo lugar en el Real Sitio de Aranjuez.
Autor prolífico, compuso más de 400 tonadillas, algunas muy populares como Garrido enfermo y su testamento (1785) y La humorada de Garrido (1786) escritas para el actor y cantante Miguel Garrido; también compuso para la famosa María Antonia Fernández, conocida como La Caramba, la tonadilla titulada La Caramba (1776). Después de jubilarse, como "compositor de los teatros de Madrid". Falleció en 1794 en Madrid.
Actor, dramaturgo y director de escena español. Nació en Madrid, reconocido por su contribución al teatro independiente y alternativo. En 1965 fundó la compañía teatral Los Goliardos, un grupo comprometido con el teatro experimental y la cultura en lugares apartados, realizando giras por Europa.
Facio llevó su visión del teatro a zonas rurales, promoviendo la educación y la cultura. También participó en cine, con papeles en películas como Noviembre (2003), Roma (2004) y Caótica Ana (2007). Su legado en el teatro independiente español es relevante, dejando una huella perdurable en la escena teatral con su enfoque innovador. Falleció en 2021.
Falconieri, Andrea (1585-1656)
Fernández Álvarez, Manuel (1921-2010)
Historiador y catedrático de historia, académico y escritor español.
Nacido en Madrid el 7 de noviembre de 1921 y fallecido en Salamanca el 19 de abril de 2010. Era hijo del apoderado de banco Enrique Fernández y de María Álvarez, de ascendencia asturiana; hermano de Francisco Fernández Álvarez.
Fue catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Salamanca. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid, doctor por la Universidad Central de Madrid y por la Universidad de Bolonia.
Está considerado uno de los mayores especialistas en el siglo XVI español, fue investigador del CSIC y miembro de la Real Academia de la Historia (RAH).
En 1985 obtuvo el Premio Nacional de Historia de España por su obra La sociedad española en el siglo de Oro. Además de sus trabajos académicos, fue también autor de varias obras de divulgación histórica, entre las que cabe destacar las biografías de Isabel la Católica, Juana la Loca, Carlos V, Felipe II, Fray Luis de León, Jovellanos, la Princesa de Éboli y Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba.
Asimismo fue el editor del Corpus documental de Carlos V, en cinco volúmenes, y autor de las novelas históricas El príncipe rebelde y Dies Irae, una trilogía ambientada en la Guerra Civil Española y la posguerra.
Soprano española. Se formó de la mano de Lola Rodríguez Aragón. Fue miembro del conjunto vocal de Cantores Clásicos de Radio Nacional de España y en 1950 participó en la cuarta temporada de ópera en el Teatro Español.
Fernández Cuenca, Carlos (1904-1977)
Periodista, crítico, director y guionista de cine español. Nació en 1904 en Madrid. Desde joven, mostró inclinación por las artes y las letras, publicando obras como el libro de poemas en prosa Claro de luna (1922), el ensayo Estética del desnudo (El desnudo en el arte) (1925) y la novela El hombre que no supo vivir (1926).
Su formación literaria y artística le permitió adentrarse en el mundo del cine, donde inició su carrera como crítico en la revista La Gaceta Literaria. En 1927 dirigió su primera película, Es mi hombre, con guión de Enrique Jardiel Poncela. Más tarde, publicó libros como Historia anecdótica del cinema y Panorama del cine en Rusia (1930), consolidando su autoridad en el ámbito cinematográfico.
Durante los años de la República, asistió a tertulias intelectuales en el Café Recoletos y La Ballena Alegre, además de colaborar con la publicación Acción Española. Fue uno de los fundadores del Grupo de Escritores Cinematográficos Independientes (GECI), junto a figuras como Alfredo Miralles y Rafael Alberti.
En el contexto de la Guerra Civil Española, Fernández Cuenca se alineó con el bando franquista. Durante la posguerra, se convirtió en un personaje influyente en el mundo del cine español. Fue fundador y director de la Filmoteca Nacional de España, miembro de la Junta de Censura, director de la Escuela de Cine y creador del Festival de Cine de San Sebastián. A lo largo de su carrera, también desarrolló una amplia labor como crítico cinematográfico.
Falleció en 1977 en Madrid.
Fernández de la Mora, Gonzalo (1924-2002)
Político, diplomático y pensador español. Nació en Barcelona el 30 de abril de 1924, en el seno de una familia profundamente católica y monárquica. Su padre, Gonzalo Fernández de la Mora y de Azcué, coronel del Cuerpo Jurídico Militar y gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII, había sido destinado, en aquel momento, a Barcelona como auditor de división. La madre, María de las Mercedes Mon y Landa, procedía de una antigua familia gallega que había dado dirigentes políticos, como Alejandro Mon, ministro de Hacienda con Isabel II y Alejandro Pidal y Mon, líder de la Unión Católica, ministro de Alfonso XII y embajador español ante la Santa Sede. En 1926, la familia se trasladó a Madrid y, poco después, Gonzalo inició sus estudios en el colegio del Pilar y hubo de concluirlos en Poyo (Pontevedra), donde la familia residió al estallar la Guerra Civil, concretamente en el colegio del Apóstol Santiago, regido por la Compañía de Jesús. En esos momentos, le llegaron las primeras noticias de la existencia de la revista Acción Española y de su proyecto monárquico-tradicional, del que siempre se consideró continuador. Terminada la contienda y acabado el bachillerato con los jesuitas, afrontó, en la Universidad de Santiago de Compostela, el examen de Estado, que superó con Premio Extraordinario. Luego se matriculó en la Universidad Complutense de Madrid en Derecho y Filosofía, donde contó entre sus profesores favoritos a Federico de Castro, Francisco Javier Conde, Juan Zaragüeta, Leopoldo-Eulogio Palacios y José Camón Aznar. En 1945, se licenció en ambas carreras, con premio extraordinario, y escribió su primer libro,Paradoja, obra intimista, esteticista y de inequívocos perfiles autobiográficos. En la universidad entró en contacto con las Juventudes Monárquicas, dirigidas por Joaquín Satrústegui, y con los supervivientes de Acción Española. Pronto se integró en los círculos políticos e intelectuales que propiciaron el retorno de la monarquía tradicional. A mediados de 1945, impartió una conferencia en el domicilio de Ignacio Satrústegui sobre La soberanía y el Super-Estado, donde defendió la unidad europea y la superación del Estado-nación; y a la que asistieron, entre otros, Jesús Pabón, Alfonso García Valdecasas, el marqués de Valdeiglesias, Jorge Vigón, Juan José López-Ibor, el marqués de Quintanar y Julio Palacio. Desde entonces, fue conocido como "el delfín de Acción Española". El 4 de febrero fue detenido por la policía nacional, junto a Alfonso Bullón de Mendoza, por repartir unas hojas volanderas en la Gran Vía cuyo texto era "El rey se acerca, viva el rey". Fernández de la Mora fue retenido durante setenta y dos horas en la Dirección General de Seguridad y se le impuso una multa de 25.000 pesetas.
Admirador de José Ortega y Gasset, se entrevistó con el filósofo, pero su encuentro resultó decepcionante. A pesar de ello, Fernández de la Mora no dudó en valorar positivamente el legado orteguiano. Su elitismo, su espíritu conservador, su aversión al socialismo y a la democracia encontrarán en Fernández de la Mora un ferviente admirador. Igualmente, se interesó por la figura y la obra de Xavier Zubiri, a cuyos cursos privados de Filosofía asistió. Estos cursos le familiarizaron con las ideas de Comte y con los teóricos de la "nueva física". En 1946 ingresó en la Escuela Diplomática y comenzó a colaborar en el diario ABC, con el que mantuvo, hasta 1980, una fecunda relación. Recibió los premios Mariano de Cavia, Luca de Tena, Julio Camba y Gibraltar Español. Cuatro años después, se casó con Isabel Varela Uña, con quien tuvo cuatro hijos: Isabel, Gonzalo, Juan Luis y Sandra. Fue destinado a Alemania como secretario de embajada en el Consulado General de Frankfurt, a las órdenes del ministro plenipotenciario Eduardo García Comín. Allí pudo completar su formación filosófica, estudiando a Husserl y a Heidegger. Conoció igualmente al constitucionalista Carl Schmitt, asistió a las clases de Curtius, Benn y Rothacker en la Universidad de Bonn y profundizó en Kant y en la lectura de Max Weber. En 1948 conoció a Rafael Calvo Serer y comenzó a colaborar en la revista Arbor, órgano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de cuyo departamento de Culturas Modernas fue nombrado vicesecretario en 1952. Fue uno de los fundadores de la revista Ateneo. Calvo Serer se sirvió de Arbor y Ateneo, junto a los diariosInformaciones y ABC y de la Biblioteca del Pensamiento Actual, de editorial Rialp, para aglutinar a los intelectuales monárquicos y tradicionalistas en un proyecto político coherente, alternativo tanto a los falangistas como a los representantes del catolicismo político. Aparte de Fernández de la Mora y Calvo Serer, los grandes animadores de este proyecto fueron Vicente Marrero, Ángel López- Amo y Florentino Pérez-Embid. Herederos deAcción Española, se mostraban defensores de una concepción política que pretendía mantener la tradición, al tiempo que eran partidarios de la modernización de las estructuras económicas y administrativas sin poner en cuestión la estabilidad del régimen nacido de la guerra civil. Partidarios de un entendimiento entre Franco y don Juan de Borbón, su alternativa institucional era la monarquía tradicional. En el ámbito cultural defendían la articulación de la "conciencia nacional unitaria", basada en los supuestos del tradicionalismo menéndezpelayista, y desde un punto de vista socioeconómico, conciliar la ineludible modernización capitalista con la mentalidad católico-tradicional.
Como diría Pérez Embid: la españolización de los fines y la europeización de los medios. Ferviente europeísta, Fernández de la Mora fue uno de los promotores más entusiastas del Centro Europeo de Documentación e Información, plataforma del europeísmo conservador defendido por el régimen de Franco. En 1953 cesó en sus cargos en el CSIC y en sus colaboraciones de Arbor. Tras la crisis de 1956 y el cambio de gobierno del año siguiente se inició un giro radical en la política económica autárquica seguida hasta entonces por el régimen de Franco. A instancias de Luis Carrero Blanco, Fernández de la Mora se reunió con Laureano López Rodó, en El Escorial, para elaborar las primeras bases de la Ley de Principios del Movimiento Nacional y de lo que luego sería la Ley Orgánica del Estado, es decir, dos de las leyes fundamentales de la España franquista. En ambos proyectos, se establecía como forma política la monarquía tradicional, se garantizaba la confesionalidad del Estado y hacía suya la doctrina social de la Iglesia. En la segunda de estas leyes, Fernández de la Mora influyó sobre todo en el modo de designación del jefe de Gobierno: introdujo la fórmula del Consejo del Reino como institución que sometía al Rey una terna de candidatos. Colaboró igualmente en la fundación de la Asociación de Amigos de Maeztu, cuyo objetivo era promover el conocimiento general de las ideas del pensador vasco, y escribió en las revistas Reino y Círculo. En 1956 fue nombrado miembro del Consejo privado del conde de Barcelona, mientras acercaba sus posiciones ideológicas y personales a la de los grupos del Opus Dei próximos al poder con quienes colaboró, en 1965, en la preparación de la Ley Orgánica del Estado. En 1961 publicó su primera gran obra de crítica intelectual, Ortega y el 98, en la que contrapone la obra del filósofo madrileño al llamado espíritu del 98. Comparado con los escritores noventayochistas, la obra de Ortega, a quien Fernández de la Mora describe como un filósofo políticamente conservador, aparece como "una verdadera avalancha de razón pura". La obra recibió el Premio Nacional de Literatura. Dos años después, tras una corta etapa como consejero cultural en la embajada española en Atenas, presidida por Juan Ignacio Luca de Tena, con motivo de la boda del príncipe Juan Carlos con la princesa Sofía de Grecia, Fernández de la Mora fue encargado de la dirección de las páginas bibliográficas de ABC y de la crítica de los libros de pensamiento. Sus críticas fueron publicadas posteriormente por la editorial Rialp en siete tomos bajo el título de Pensamiento español.
En 1965 publica su libro más conocido y polémico, El crepúsculo de las ideologías, donde sostiene la obsolescencia de las ideologías políticas tradicionales -liberalismo, socialismo marxista, nacionalismo, democracia cristiana, etc.- en las sociedades económica y tecnológicamente desarrolladas de Occidente por haberse concluido su misión histórica. Colaboró igualmente en la revista Atlántida, fundada en 1963 por Florentino Pérez Embid. En 1969 abandonó el Consejo privado del conde de Barcelona por su desacuerdo con la línea de actuación desarrollada por José María de Areilza. Ese mismo año fue nombrado subsecretario de Política Exterior y de Asuntos Exteriores, en el ministerio presidido por Gregorio López Bravo. Su progresivo acercamiento a los tecnócratas del régimen franquista y el consiguiente distanciamiento de los sectores políticos afines al conde de Barcelona, le llevó, el 14 de abril de 1970, a ser nombrado ministro de Obras Públicas por Franco. Días antes (el 17 de marzo) había sido elegido académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, para ocupar el sillón del fallecido José Ibáñez Martín. Su discurso de ingreso, leído el 29 de febrero de 1972, llevó por título Del Estado ideal al Estado de razón, en el que defendió, en la línea ya desarrollada en El crepúsculo de las ideologías, una teoría funcional del Estado, cuya legitimidad se basa en la eficacia, es decir, en su capacidad para garantizar el orden, la justicia y el desarrollo. En ese sentido, el régimen de Franco, al que denominará "Estado de obras", se legitimaba por su probada eficacia a la hora de lograr el desarrollo económico y la modernización de la sociedad española. En la docta casa, llegó a ser bibliotecario desde 1990, fue responsable de la reforma de su sede y donó a ella su amplísima biblioteca. Confirmado en el Ministerio por el almirante Carrero Blanco el 11 de junio de 1973, permaneció en el cargo hasta el 3 de enero de 1974 en que se constituyó el Gobierno de Arias Navarro, tras el asesinato del almirante en diciembre anterior. Desde el Ministerio, Fernández de la Mora completó y amplió la política seguida por su antecesor Federico Silva Muñoz. Destacan, en ese sentido, su Plan de Accesos a Galicia, el Plan de Autopistas y luego la Ley de Autopistas de agosto de 1972. Durante su mandato, se abrieron al tráfico casi quinientos kilómetros de autopistas, se terminaron sesenta presas (algunas de la mayor capacidad) y Renfe obtuvo en 1973, por primera vez, un margen de explotación positivo. Fue procurador en las Cortes Legislativas IX y X, y consejero nacional del Movimiento por designación directa del general Franco. Ascendió a embajador, fue nombrado director de la Escuela Diplomática, cargo del que fue relevado por el primer Gobierno de Adolfo Suárez. Durante la transición democrática fue uno de los promotores -junto a Antonio María Oriol, José Luis Zamanillo y José María Valiente- y presidente (1976) de la Unión Nacional Española (UNE), partido de derechas que propugnaba la continuidad de los esquemas políticos del franquismo y que, posteriormente, gracias a su iniciativa, se integró en la coalición Alianza Popular (AP).
Como miembro de la Federación de Alianza Popular, dio su voto positivo a la Ley de Reforma Política. Fue elegido diputado de AP por Pontevedra y ejerció como consejero de la Xunta preautonómica de Galicia. Pero cuando, en 1977, Alianza Popular mostró su apoyo al proyecto constitucional de 1978, Fernández de la Mora no sólo abandonó esta coalición política, sino que dimitió de la presidencia de la UNE en noviembre de 1977 y, en contra de la posición defendida por Fraga, votó negativamente la Constitución de 1978. Al año siguiente, en 1979, retomó la carrera política y, junto a Silva Muñoz, fundó el Partido de la Derecha Democrática Española (PDDE) con el propósito de reformar la Constitución desde la legalidad vigente. La nueva formación no prosperó, acabó disolviéndose, al no encontrar un espacio político propio, tras las elecciones de 1982 y, apartado de la política, Gonzalo Fernández de la Mora se dedicó de lleno a la vida intelectual. En este ámbito, cabe destacar la fundación de la revista de pensamiento Razón Española, de la que fue director, cuyo primer número salió a la luz en octubre de 1983 y desde cuyas páginas defendió la concepción humanista del mundo. En 1995, recibió el Premio Espejo de España, de la editorial Planeta, por su libro autobiográfico Río arriba.
Murió en Madrid el 10 de febrero de 2002.